jueves, abril 05, 2012

Eternal


¿Qué tendrá la música que te toca la fibra? Es algo que no me puedo explicar, pero que sin embargo ahí está. Es escuchar una sola nota de alguna canción que me gusta y soy totalmente incapaz de seguir haciendo nada. Tengo que pararme y oír, oír y dejarme llevar. Porque gracias a mi mente fantasiosa la música me transporta a mundos mágicos, irreales….Son tales las sensaciones que llego a despertar que me parece estar viviendo realmente en mi subconsciente. Y ahí me dejo llevar. Ahí dejo de ser yo para ser otra persona, y esa persona se transforma en mi. Mis sentimientos más ocultos afloran dando paso a una explosión de sensaciones y vivencias. Entonces puedo ser cualquier cosa, vivir en cualquier sitio….Me gusta tanto que a veces me da la impresión de dejar vagar la vista dando paso a la ensoñación y a la imaginación. Es como soñar despierta o dormir con los ojos abiertos. Siento, noto, toco, palpo, padezco,….La mayoría de las veces puede ser en los mismos escenarios: campiñas verdes, altos riscos, extensiones tan grandes que la vista no alcanza a ver el horizonte. Y en medio de todo eso nos encontramos. Otras veces el clima se vuelve cálido, quizás un pequeño ramalazo del lugar de donde provengo, pero siempre torna a frío y húmedo, a clima de montaña. Aún así no siento frío….Y volvemos a encontrarnos. Me miras como si no fuese la primera vez. Reconoces en mi rostro un rostro soñado. Sin embargo no nos conocemos. Piensas que la magia antigua puede estar jugándote una mala pasada. De todas las magias es la única culpable de que tú y yo estemos frente a frente. Yo en tu mundo y tú en mi mente. Cuando hablamos mi forma de hablar te resulta extraña, nunca antes habías oído a nadie hablar así. No obstante no te resulta difícil entenderme. Me preguntas de dónde soy y yo respondo de más allá. No lo conoces, ni siquiera has oído hablar de él. En ese momento caigo que tú aún no conoces el mundo con mis ojos. Así que termino explicándote que soy del país donde Hércules sostiene los pilares de la puerta del fin del mundo. Tu boca parece decir “pobre loca”, pero tus ojos me miran con fascinación. Así que sigues preguntando, indagando más sobre mi y el lugar de donde procedo. Tu curiosidad es mayor que el miedo a lo desconocido. Me dices que no has conocido a ninguna mujer como yo y yo que no he conocido a ningún hombre como tú. Y le confieso que al igual que a él le resulta raro mi mundo a mi me resulta raro el suyo. Pero que me gusta, porque cuando estoy en él poseo habilidades que en mi mundo no tengo. Me dice -¡quédate!- Yo respondo que me encantaría, pero que la música tiene que parar. Y cuando pare despertaré y la realidad me traerá de vuelta a casa. Aún así, cada vez que cierre los ojos me acordaré de ti, y tú y yo viviremos juntos en mi. De esta forma podremos ser lo que queramos.

Mientras exista la música siempre volveré a ti.

No hay comentarios: