miércoles, marzo 09, 2011

MARCHANDO UNA DE HORRIBILIS

Hoy es miércoles, tercer día de mi “semana horribilis”. Es una de esas veces en las que todo lo que haces te supera y el sentimiento de impotencia se acentúa con mayor claridad. Todo tiene que ver quizás con mi falta de sueño, pero no me autoinculpo del todo, ya que parte de la misma reside en el tiempo. Los niños/as son como los animales, que notan en seguida las inclemencias estivales. Así llevo 3 días, en un sin vivir, en un histerismo colectivo que últimamente lo saco tan a menudo que no se si ése es realmente mi estado natural. Ayer fue la gota que colmó el vaso. Estaba tan enojada, que tuve que ponerme las gafas de sol para evitar que se me notara el fuego que emanaban mis ojos. Menuda furia estaba hecha!! Hoy ha sido más relajado, pero, ¿no dicen que en todos los pueblos hay un tonto? Pues yo digo que en todas las clases hay un cafre; hoy ha sido el DÍA OFICIAL DEL CAFRE. Tal es así, que la “criatura” se ha lucido a base de bien: desde chillidos a pataletas, pasando por fases de palabrotas y manos sueltas. En fin, que ya lo dice el dicho, que el hábito no hace al monje, ni el nombre hace a un niño santo. Buenas tardes.

viernes, enero 21, 2011

TIC TAC


Por fin es viernes!!!!. Menuda expresión. Paremos un momento a analizarla. Tan corta pero tan intensa. En si encierra un montón de connotaciones; que si por fin es viernes porque ya no hay cole hasta el lunes, que si por fin es viernes porque esta noche salgo con los amigos, que si por fin es viernes porque libro el fin de semana y puedo descansar….Es curioso ver cómo esperamos ansiosos la llegada del viernes….¡Y lo rápido que llega la mayoría de las veces! A mi la verdad que me impresiona. Cuando era una enana el tiempo pasaba tan despacio que a veces inclusive cansaba. Estabas deseando que llegaran las vacaciones del verano, pero a medio verano ya estabas contando los días que faltaban para que empezara el colegio. Ahora ya no te da siquiera tiempo a contar, en cuanto menos te des cuenta ha pasado el verano. O cuando comienzas el curso en septiembre pensabas que aún quedaba mucho para acabar el cole….Ahora comienzas el curso en septiembre y en un santiamén estás en junio. ¿Por qué será que cuanto más adulto te haces más aprecias el transcurrir del tiempo? Y es algo que llama la atención porque a todo el mundo le pasa. También es cierto, que dentro de esta velocidad desorbitada existen momentos de sosiego. Han habido ocasiones en las que las semanas se me han hecho eternas. Tal vez por ser una mala semana, o por no encontrarme de ánimos, pero es cierto. ¿No os suele pasar también que cuando hay algún acontecimiento cercano que esperas con ansias las semanas se alargan? Supongo que esa ansiedad hace que desees que todo vaya más deprisa, pero claro, el tiempo tiene su propio código y es muy dueño y señor de sí mismo.

Son las 20:59, y éstos son los pensamientos que tengo después de haber estado toda la tarde tirada a la bartola, disfrutando de mi bien merecido viernes.

miércoles, enero 12, 2011

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Año Nuevo. Otro año más que pasa. Otra nueva lista de propósitos, que si lo miramos detenidamente resultan casi idénticos a los del año anterior. Yo por el momento he vuelto a retomar mi rutina de siempre, cosa que me agrada ya que mantenerme ociosa me deprime, ya que me permite vislumbrar ciertas lagunas de mi existencia.

Este nuevo año también me ha traído una falla en una vieja amistad; una falla que empezó por una pequeña grieta pero que va camino de provocar un terremoto. Y lo gracioso de todo es que a mi no me compete esta competencia. Yo no soy la causante del seísmo, pero que como toda catástrofe me ha pillado en medio y no ha sabido diferenciar entre ricos o pobres, blancos o negros, buenos o malos…..Esta crisis sísmica me ha dado que pensar. A lo mejor no era tan fuerte la amistad como yo suponía. Es cierto decir, que de un tiempo hasta acá mi decepción ha ido en aumento, ya que he sido abandonada y dada de lado, en pos de nuevas “amistades”. En principio no le daba importancia, ya que yo tampoco exijo “titularidad”, pero lo que tampoco demandaba era la ignorancia. No se, quizás es más sencillo que todo esto y simplemente, como cualquier relación, ha llegado a su fin, y por más que queramos alargarla es “la crónica de una muerte anunciada”.

No sé cómo terminará todo esto, pero aunque suene mal, feo o egoísta de mi parte, hoy por hoy me siento realizada y el mantener o no una amistad que últimamente no me aporta nada no me quita el sueño, quizá pena por lo que fue, pero no desvelo.