Ayer 1º de agosto mi hermana y yo hicimos una miniversión de un país en la mochila. Diciendo y haciendo, sin preparativos, simplemente decir me apetece lo hago, nos fuimos de playas. Si si, de playas. Decidimos que en lugar de estar todo el día en la misma playa podíamos ir visitando todas las playas y estar un ratito en cada una. Eso quiere decir remojón y pal coche, sin esperar a secarse. Me pareció una idea estupenda. Asi que de esta manera lo hicimos.
La ruta la comenzamos por Los Escullos, una playa que a mi especialmente me gusta, siempre y cuando no haya oleaje, ya que es una playa con zonas de piedras y el oleaje impide verlas. Pero que cuando está serenica es tan cristalina como una piscina.
Los EscullosDespués continuamos a la
Isleta del Moro. Nos encantó!!!! La Isleta es un típico pueblecito de pescadores, muy chiquitito pero con un encanto único. Es una preciosidad. Estuvimos en una de sus playas (mini playa) y las aguas eran transparentes, qué gozada de playa. Además a su encanto se le une un precioso mirador con unas vistas del litoral espectaculares.
La Isleta del MoroContinuamos hacia
El Playazo, situada en Rodalquilar. Una playa magnífica que al igual que las otras, en días sin olas es mejor que el caribe. Además, es una playa totalmente libre en la que encontrarte lo mismo gente practicando el nudismo que no.
El Playazo, RodalquilarDe ahí nos encaminamos a
Las Negras, otro rincón paradisíaco dentro del litoral levantino almeriense. También con un sabor muy marinero, aunque mi predilección y la de mi hermana sigue siendo la Isleta.
Las NegrasNuestro camino continuó hacia
Agua Amarga, otro pueblo pesquero con encanto. Es el segundo pueblo, junto con la Isleta que nos enamoró. Tiene unas instalaciones estupendas (de hecho tiene bandera azul), pero lo mejor de todo es que no es un pueblo masificado. Y tiene unas preciosas casas encaladas (algunas con los ventanales azules, como si fuera un pueblo griego).
Agua AmargaEl viaje siguió rumbo a
Mojácar, donde decidimos comer algo dada la hora que era. Supongo que quien lea esto se habrá dado cuenta de cuáles son las predilecciones de mi hermana y mias: nos gusta la gente pero no la masificación. Por este motivo nuestra visita se centró en el pueblo pueblo de Mojácar, no en la zona baja donde están todas las discotecas y zonas hoteleras. El casco antiguo es una maravilla, qué encanto, qué tranquilidad, qué calidad de vida. Alucino aún pensando en ello. Nos metimos a comer en un pequeño restaurante. Nos pusieron en la terracita y comimos la mar de agusto, corria un fresquito!!! Todo estuvo buenísimo y no salió nada caro. Supongo que si hubiéramos ido a la zona más turística seguramente nos habrían clavado. Siempre es bueno saberlo para próximas visitas.
Mojácar
Tras comer y ver un poco del pueblo nos fuimos a la playa y de ahí traspusimos rumbo a
Carboneras, pasando por la playa del Algarrobico (famosa por el hotel cuya construcción fue parada por los ecologistas, gracias a dios!!!).
Carboneras
Por último y no menos importante volvimos sobre nuestros pasos y terminamos en nuestra queridísima Cabo de Gata, concretamente en la playa de Las Salinas. He de decir que un trozo de mi corazón le pertenece ya que son muchos años adorándola, pero también tiene que aprender a compartir, ya que existen unas playas y pueblos maravillosos en esta nuestra Almería.
Las Salinas, Cabo de Gata