domingo, octubre 10, 2010

ENSOÑACIÓN




Hoy me ha vuelto a ocurrir. Hacía tiempo que no te leía y sin embargo siempre te tengo presente en mi pensamiento. En lo más profundo de mi subconsciente resides, como un roble cuyas profundas ramas hayan ahondado en mi ser para no soltarlo nunca. Tan lejano y tan cercano. Tan pasado y tan presente.

Quiero pensar que mi anhelo es tu anhelo. Y que al igual que yo esperas ansioso el momento de nuestro encuentro. Un encuentro que se alarga en el tiempo y que se difumina cual neblina en el valle de las sombras. Sé que está ahí, en algún lugar de vida, sólo que no lo hayo. Y eso es lo que más me desespera puesto que mi anhelo crece cada día más. Siento su fuerza como un torrente, algunos días tranquilo, otros días rugiente. Desde mi nacimiento está escrito en letras de fuego en mi consciencia. La espera se hace larga, muy larga, pero sabré esperar. Sólo deseo que la espera no sea demasiado tardía.

Te necesito y esa necesidad imperiosa me golpea fuertemente transportándome nuevamente a la realidad. No quiero despertar. A ti Morfeo te imploro, por favor, déjame soñar un poco más, ya que es muy duro soñar despierta.